Paco era un joven lleno de salud, exitoso en sus estudios, y también con muchos deseos de disfrutar la vida...

Un día, lo invitaron a una fiesta... allí conoció a Susy, y quedó impactado por su belleza y mirada seductora. Ella se le acercó, y  son-riendo le dijo “quiero que bailes conmigo pero primero prueba esto que te hará sentir MUY BIEN” y le puso un cigarro en su boca...  

Desde ese momento la vida de Paco cambió:  a las pocas semanas abandonó sus estudios e incluso tomó caminos delictivos para poder adquirir esa droga y otras nuevas que le fue vendiendo Susy.

A los pocos años, el pobre Paco, fue a parar a la cárcel. Allí comprendió que Susy lo había engañado, que aquello que él “consumía”, esas “sustancias satánicas”, lo llevaban por momen-tos a un mundo mágico de mentiras, para después lanzarlo hacia su miserable realidad”...

Ahora él se sentía MUY MAL, lo habían engañado, su juventud la sentía perdida, había decepcionado a sus familiares... la soledad le consumía y no hallaba como dejar de consumir drogas. En su mente la única solución que encontraba era EL SUICIDIO.

Pero... un día llegó a sus manos, un tratado como el que tú lees ahora, y él leyó estas palabras:

“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36)

“El ladrón (Satanás) no viene sino a para hurtar, matar y destruir; yo (JESUCRISTO) he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10:10)

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito (JESUCRISTO), para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna” (Juan 3:16)

Estas palabras bíblicas le hicieron comprender que había UNA SALIDA: EL SEÑOR JESUCRISTO. También entendió que Satanás había utilizado la droga para destruirle y que además de esto deseaba su muerte y perdición eterna, más por el contrario el Señor Jesucristo le amaba y deseaba libertarlo y salvarlo.

En aquella cárcel, Paco reconoció que era: un pecador, un esclavo del pecado y que iba camino al infierno.

“...por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)....

Pero Paco puso su amor, fe y esperanza en el Señor Jesucristo, aceptándolo como su Salvador personal.

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”  (Juan 3:36)..

“... y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2ª Corintios 3:17)..

Ahora Paco ESTÁ MUY BIEN... se encuentra libre de las garras satánicas de las drogas y goza de una nueva vida... porque Cristo lo salvó.

Amigo(a) lector(a), tengas o no problemas como el que tuvo Paco, igualmente necesitas de la Salvación que Cristo da, ya que todos nacimos con la mancha de pecado, y sólo el Señor Jesucristo con su sangre puede limpiarte para que tengas entrada en los cielos y no vayas a la condenación. Ven hoy mismo a Cristo y serás salvo... y entonces estarás MUY BIEN desde hoy y para siempre.

“... y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1ª Juan 1:7)

Escrito por: Carlos Sequera.3:36)