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CAMINO AL INFIERNO

“…os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas…” (Deuteronomio 30:19)

Bon Scott, no era cualquier cantante de rock, la revista del Reino Unido Classic Rock lo colocó en el primer lugar de su lista The 100 greatest frontmen (100 mejores líderes de banda) por delante de Robert Plant y Freddie Mercury. Este hombre es considerado una leyenda en el mundo de la música, especialmente en el rock.

Ronald Belford «Bon» Scott Mitchell nació en Kirriemuir, Escocia, 9 de julio de 1946 y su familia emigró a Australia siendo él un niño. Desde pequeño manifestó interés en la música, pero su carácter rebelde le trajo conflictos con la autoridad. Fue expulsado a los 15 años de la escuela por mal comportamiento y llegó a pasar nueve meses en una institución reformatoria para jóvenes, debido a que utilizó una identificación falsa con la policía además de robar unos galones de petróleo.

Ay de aquellos que “Que dejan los caminos derechos, Para andar por sendas tenebrosas;  Que se alegran haciendo el mal, Que se huelgan en las perversidades del vicio” (Proverbios 2:13-14) 

Siendo un jovencito entró en el mundo de la música sin lograr gran éxito, hasta que llegó a conocer a los hermanos Young (fundadores del grupo de rock AC/DC) en 1974, cuando fue su chofer y según   Malcolm Young "conducía como un loco y a toda velocidad".

Así comenzaron a trabajar juntos, con los demás miembros del grupo, siendo Scott el vocalista y compositor de algunas canciones. A pesar de tener un peculiar timbre de voz y talento musical, él estaba conduciendo su vida locamente y a toda velocidad hacia el infierno, ya que se ahogaba en el alcohol, la heroína entre otras drogas en sus fiestas interminables.

“El hacer maldad es como una diversión al insensato; Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento” (Proverbios 10:23).

Es llamativo que los primeros asistentes a los conciertos de este grupo de rock eran homosexuales, ya que siglas AC/CD tienen connotaciones bisexuales. Con relación a estas siglas, los hermanos Young señalaban que significaban Corriente Alterna/Corriente Continua y que el nombre se lo sugirió una hermana de ellos al verlo de una máquina de coser. Pero los predicadores evangélicos puritanos de EEUU, no creen este origen banal, sino que afirman que detrás de estas siglas hay un significado satánico: Anticristo/Hijos del Demonio. 

“Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares” (Mateo 4:8-9). 

Su más grande éxito "Highway to Hell" (Autopista al Infierno), considerado un himno satánico, estremeció al mundo en 1979. Èl cantaba:  'Hey Satanás, pago mis deudas tocando en una banda de rock!, ¡Hey mamá, mírame: estoy en el camino a la tierra prometida! ¡Estoy en la Autopista al infierno! ¡No me detengas!". En su locura el pobre Bob no tenía ni idea de lo es el infierno…

“Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama” (Lucas 16:24)

Por esta canción Bon Scott y su grupo AC/DC fueron acusados de satanistas, aparte que en ocasiones vestían de una forma oscura: Angus Young convertido en un diablillo escolar con unos cuernos y una cola del Demonio. El cantante Bon Scott llevaba en el cuello un pentáculo que apunta hacia arriba, símbolo que representa la magia blanca. 

El morirá por falta de corrección, Y errará por lo inmenso de su locura”. (Proverbios 5:23)

“son enemigos de la cruz de Cristo;  el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal”. (Filipenses 3:18-19).

Hace hoy 40 años, el martes 19 de febrero de 1980, después de una noche de copas Bon fue encontrado inconsciente en un coche y fue llevado hasta el Kings College Hospital. La pesadilla se había tornado realidad y Bon ya estaba muerto, nadie le pudo detener en su camino al infierno. Era todavía joven apenas tenía 33 años. La causa certificada de su muerte fue intoxicación etílica (por gran cantidad de alcohol en la sangre) y muerte accidental, broncoaspiración; es decir, se ahogó con su propio vómito.

“y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed. No querrá Jehová perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo” (Deuteronomio 29:20)

El guitarrista Paul Chapman, del grupo UFO y, aparentemente, muy amigo de Bon Scott, ambos consumidores de la peligrosa heroína. Llegó a afirmar que: “Bon debió bailar con el peor demonio”. 

“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira" (Juan 8:44).

Extrañamente después de su muerte, el grupo AC/DC produjo el disco oscuro “Black and Black” en memoria de Scott”, alcanzando un éxito histórico de ser el segundo más vendido de la historia detrás de “Thriller” de Michael Jackson (otro disco oscuro). Sumado a esto, en 1985, fue detenido en Los Angeles un asesino en serie, Richar Ramirez, quien ya llevada 14 homicidios brutales. Se comprobó que él era un asiduo seguidor de AC/DC, escuchando durante todo el día sus canciones, en especial las del disco "Highway to Hell" (Autopista al infierno). Esto afirmó más las teorías de que Scott y AC/DC habían realizado pactos con las tinieblas.

“Sabemos que … el mundo entero está bajo el maligno.” (1 Juan 5:19)

Jesucristo dijo: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

YO TAMBIÉN IBA CAMINO AL INFIERNO

Quien os escribe reconoció un día, que también iba camino al infierno, aunque no había caído en los excesos de Scott, a causa del pecado que había en mi (y lo hay en todo ser humano, “por cuanto todos pecaron”) me encontraba separado de Dios.

“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)

Pero en vez de amar la maldición, es decir la locura en revelarme contra Dios; me humille reconociendo mi condición y reconociendo el AMOR DE DIOS HACIA MI.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3:16).

“y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7)

Desde el momento que me arrepentí de mis pecados y recibí a Cristo como mi Salvador, creyendo de corazón que su sangre preciosa (SU VIDA) me limpia de todo pecado, tengo paz y la seguridad de no ir al infierno.

Amigo(a) hoy el Señor te pregunta: “¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?” (Mateo 23:33)

Hay un escape: Cristo.

“Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 4:7).

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1)

EL INFIERNO

El infierno un lugar creado para Satanás: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.” (Mateo 25:41)

Pero a causa del pecado, el hombre va camino al infierno, solo Cristo le puede salvar:

“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”. (Juan 3:17-18)

El final del diablo:

“Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apocalipsis 20:1)
 

 

 

  

Carlos Sequera                                    

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