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PARA IR AL CIELO UD. TIENE QUE:
l. Reconocer que es un pecador y por lo tanto se encuentra separado de Dios. “...Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23).
2. Arrepentirse de sus pecados y volverse a Dios. “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados” (Hch. 3:19).
3. Aceptar la Salvación que Dios da a través de Jesucristo, quien siendo el Hijo de Dios y un ser sin pecado, murió en la cruz en tu lugar, para pagar tus pecados. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Jn. 3:16).
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PARA IR AL INFIERNO UD. TIENE QUE:
l. Quedarse como está, siguiendo su propio camino. La Biblia le alerta: “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte” (Prov 14:12).
2. No arrepentirse de sus pecados, ni aceptar a Jesucristo como su Salvador personal, a pesar de que reconozca el Evangelio como “algo bueno”. La Biblia le alerta: “si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lc. 13:3).
3. Creer a Dios a su manera (según la religión de sus padres o según sus propias ideas) y no como dice la Biblia. Jesús dijo: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Jn. 7:38).
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Pídele a Dios que perdone tus pecados y que te salve a través de la sangre derramada del Señor Jesucristo:
“que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (Rom. 10:9 -l0).
“...y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1ª Jn.1:7).
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